Buenas noches chic@s contracorriente,
Como hemos visto, todos estos días hemos estado hablando de cómo buscar, seguir y compartir de Nuestro padre, el sábado pasado recordarán que vimos el tema:
"COMPARTIR DE DIOS"
Para empezar, es necesario pensar en el significado de una palabra usada muy a menudo, se trata de "compartir".
Una de las definiciones más claras a nuestro parecer es la siguiente: "Dar [una persona] parte de lo que tiene para que otra lo pueda disfrutar conjuntamente con ella."
Este significado parece el más adecuado al momento de describir lo que significa "Compartir de Dios".
Sólo se puede compartir de algo que tenemos, algo con lo que contamos y que nos pertenece. Esto nos invita a pensar en la primera actividad del día sábado, ¿la recuerdas?
- Compartir algo que nos pertenece
En esta dinámica, se nos dividió en hombres y mujeres. Luego se nos dividió en grupos de dos personas y compartimos todas las cosas, éxitos o experiencias que tuvimos esta semana.
Una vez que nos presentamos, se nos pidió a todos prestar cualquier objeto valioso que tengamos con la otra persona.
Para varios chic@s esto parecía extraño ya que teníamos que confiarle algo nuestro, a una persona que no conocíamos, pero aún así no hubo persona sin compartir algo.
El reto no llegaba hasta allí, sino que el objeto que intercambiamos con la otra persona teníamos que guardarlo hasta el final de la reunión, lo que no sólo implicó que lo tengamos un tiempo, sino también que lo cuidásemos ya que era importante para la otra persona.
Continuando con la definición de compartir, sigamos con la segunda parte de la definición que vimos anteriormente: "para que otra lo pueda disfrutar conjuntamente con ella."
Es necesario compartir algo que tenemos para que otra persona lo pueda disfrutar con nosotros, pero ¿qué sucede cuando compartimos algo que no está en buen estado? Por lo general la persona con que compartimos no va a recibir lo que le entregamos y lo rechazará.
Lo mismo sucede con la Palabra de Dios al momento de presentarla a las personas que nos rodean, esto nos hace preguntarnos: ¿Qué tan puro es el mensaje de Dios que das a los demás?
¿Cómo se puede medir la pureza de tu testimonio con los demás? Posiblemente la siguiente dinámica nos de una idea.
- Compartir algo en buen estado
En esta actividad, se buscó dos voluntarios, dos personas a las que se les entregó una lata de gaseosa. Ambas personas pusieron el contenido en vasos de plástico.
Justo antes de que pudieran tomársela, se les entrego un filtro para colocárselo en el vaso con la bebida, cabe resaltar que uno tenía una apariencia bastante desagradable.
Luego les tocó a ambos intercambiar los vasos y tomarse el líquido. Para una persona, el sabor de la gaseosa estaba normal, pero para la otra tenía un sabor extraño y poco agradable.
Esto nos muestra cuan importante es la relación que existe entre el buen testimonio de un cristiano, y el hecho de compartir la Palabra de Dios.
Cuando no guardamos los mandamientos y nos comportamos de una forma contraria a lo establecido en la Biblia, estamos siendo un filtro que daña el contenido del Evangelio, haciendo que no sea llamativo para nadie lo que decimos de Cristo y más bien seamos sólo una piedra de tropiezo.
Cuán importante es entender todo esto antes de compartir sobre el Amor de Dios a los demás, continuando con la definición antes mencionada, se comparte para que se pueda disfrutar "conjuntamente" con ella.
¿Cómo podemos disfrutar con otros sobre Nuestro Padre, si no lo conocemos? Tal vez la siguiente dinámica nos ayude a considerar mejor esta realidad.
- Compartir lo que conocemos sobre otra persona
En esta caso primero nos separaron en cinco grupos, completamente aleatorios.
Una vez que estuvimos en estos grupos, escogimos a una persona en representación de todos y pasó al frente. Luego esta persona, tuvo que ir a un grupo distinto para que le hicieren todas las preguntas para conocerla.
La meta era sacar lo máximo de información sobre esta persona. Averiguar lo más que podamos, para que luego una persona al azar pasare a presentarnos todo sobre este amig@ contracorriente.
Que importante fue preguntar al momento de tratar de conocer a alguien, de hecho si nadie hubiese tratado de conseguir más información posiblemente no habría sido capaz de explicar sobre la otra persona.
Esto nos muestra que para hablar de alguien, es necesario conocerlo. Lo mismo sucede con Nuestro Padre, no podemos compartir de Dios si no lo hemos conocido en Oración y a través de su testimonio dejado en su preciosa Palabra.
- Compartir de Dios en el día a día
Para terminar las dinámicas, se realizó una pequeña simulación.
Se solicitó a todos que revisarán el papel que se les había entregado al principio de la reunión de jóvenes, luego que lo buscaran en la Biblia para que pudiesen comprender el contexto de lo que decía ese pasaje.
Después se realizaron varios ejemplos de lo que puede suceder en la vida diaria, cuatro chic@s tendrían que subir a la tarima y leer el ejemplo que se encontraba en los distintos sobres.
Pasaron al frente algunos chic@s con el pasaje que tenías y darías un consejo a la persona que estaba hablando.
A continuación tenemos algunos ejemplos de situaciones diarias con los pasajes, que pueden ayudar a explicar lo que piensa Dios de ellas:
“Soy…………….. y la semana pasada, mis padres me castigaron porque llegué unas horitas tarde, no sé porque les gusta presionarme tanto. Creo que exageran demasiado, aunque nadie puede negar que siempre es preferible pedir perdón a pedir permiso”
(Proverbios 13:01, Proverbios 12:15, Proverbios 23:22-25)
“Soy…………….. y estoy preocupado por mis calificaciones, mis pruebas están muy difíciles y los profesores parecen estar en mi contra, creo que voy a perder la materia. Todo está en mi contra.”
(Eclesiastés 09:16-18, Josué 01:09, 1 Pedro 02:18-20)
“Soy…………….. y estoy enamorad@, no dejo de pensar en esa persona que me gusta. Lo único malo, es que esa persona no comparte mi fe, pero creo que no es mala gente, pienso que podría funcionar.”
(Proverbios 04:23, Proverbios 05:01-06, 2 Corintios 06:14-16)
“Soy…………….. y anoche me quedé despiert@ hasta la madrugada, estaba actualizando mi estado de Facebook y comentando en las fotos de mis amigos. Ahora no me fue muy bien debido a que tenía mucho sueño, pero ya me estoy acostumbrando a este horario, siempre hay algo interesante que revisar en mis redes sociales.”
(1 Corintios 10:23-24, 1 Timoteo 04:13-16, 2 Timoteo 02:22-23)
“Soy…………….. y mis amigos pertenecen a una tribu urbana, ellos se han vuelto más que mis amigos, se han vuelto mi misma familia, pero hace tiempo me hablaron de Jesús y me da curiosidad, ¿será que puedo seguir a Cristo sin abandonar a mi tribu?”
(Eclesiastés 09:08, Proverbios 24:23-26, Salmos 119:09-11)
Cuánto aprendimos de esta dinámica, en primer lugar pudimos ver cuán importante es el conocer la Palabra y estar constantemente relacionados con la misma.
Vimos también que en nuestro día a día, siempre se presentarán temas controversiales, donde la Palabra de Dios es la única que puede ayudar a guiar a los demás, por eso es indispensable que sepamos dominarla y tenerla constantemente en nuestra mente. (Josué 01:08)
Para muchos, este fue un día de varios aprendizajes:
- En primer lugar nos dimos cuenta de que el constante estudio de la Palabra de Dios debe ser fundamental en nuestras vidas.
- En segundo lugar que un buen testimonio, puede compartir más de Dios de lo que imaginamos.
- En tercer lugar, no existe un momento "adecuado" para hablar de Nuestro Padre, sino todo lo contrario, debemos hablar y vivir en base a Él TODO EL TIEMPO....
Este es el recordatorio para el resto de nuestros días...
Bueno chic@s, les recordamos que este día sábado 05 de diciembre no tenemos reunión de jóvenes, así que es tiempo de mostrar lo que aprendimos a nuestras familias.
Nos vemos el 12 de diciembre, Bendiciones hermanit@s....!!!
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